Resumen
Los profesionales de la salud encuentran cada vez más difícil tratar los cambios fisiológicos provocados por el envejecimiento, especialmente aquellos que afectan la función oral, a medida que la población mundial continúa envejeciendo. Este ensayo investiga las consecuencias de la disminución de la capacidad de masticación en las personas mayores, que con frecuencia surge de la atrofia del músculo masetero. Abordamos el impacto de la masticación deficiente en la salud sistémica, en particular en la función gastrointestinal, destacando el papel crítico que desempeña la masticación en el inicio del proceso digestivo. Se enfatiza la integración de técnicas dentales, quirúrgicas y de rehabilitación en las recomendaciones basadas en evidencia para el manejo de las alteraciones de la masticación en los ancianos.
Visión general
Una función fisiológica vital y esencial para el proceso digestivo es la masticación. Las enzimas salivarias inician la descomposición química de los alimentos mientras estos se descomponen mecánicamente en la boca, allanando el camino para una digestión y absorción de nutrientes eficaces. El músculo masetero, una parte fundamental del mecanismo de masticación, puede atrofiarse en las personas mayores, lo que dificulta gravemente este proceso. Aunque la sarcopenia —pérdida de masa y fuerza muscular— es un aspecto normal del envejecimiento, sus efectos sobre la masticación tienen una influencia significativamente negativa en la salud y la calidad de vida de los ancianos. Este estudio resalta la necesidad de intervenciones específicas para mitigar los efectos de la masticación deficiente al examinar la conexión entre la atrofia del masetero y la salud digestiva en poblaciones mayores.
La fisiología de la masticación y su papel en la digestión
La primera etapa de la digestión, la masticación, tiene funciones tanto enzimáticas como mecánicas. Junto con otros músculos masticatorios, el masetero proporciona la fuerza necesaria para descomponer los alimentos en trozos más pequeños. Al aumentar la superficie de los alimentos, esta técnica promueve la actividad enzimática. La descomposición de carbohidratos y grasas en la boca es iniciada por enzimas salivarias como la lipasa y la amilasa, lo que subraya la importancia de una masticación eficaz. Se ha demostrado que una masticación inadecuada produce bolos alimenticios más grandes, que resultan más difíciles de tragar y digerir, lo que sobrecarga al estómago y al esófago. La malnutrición en los ancianos puede agravarse por una masticación ineficaz, que se ha asociado con un vaciamiento gástrico retardado y una menor absorción de nutrientes (Yamamoto et al., 2022).
Impacto del envejecimiento en el músculo masetero
La sarcopenia, que afecta a todos los músculos esqueléticos, incluido el masetero, es provocada por el envejecimiento. Las investigaciones han indicado que, con la edad, el área transversal y la fuerza contráctil del masetero disminuyen drásticamente (Shiga et al., 2015). Comorbilidades como la osteoporosis (que debilita el hueso mandibular), la edentulismo (pérdida de dientes) y las prótesis mal ajustadas contribuyen a este deterioro. La atrofia del masetero dificulta la masticación de los alimentos, ya que no solo reduce la eficiencia masticatoria, sino que también provoca inestabilidad mandibular. La pérdida de capacidad de masticación puede llevar a una preferencia por alimentos blandos y procesados, que suelen ser más pobres en fibra y nutrientes esenciales, agravando los problemas metabólicos y gastrointestinales.
Consecuencias de la masticación deficiente
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Disfunción gastrointestinal
El sistema digestivo se ve directamente afectado por la deficiencia de masticación. Dado que las partículas grandes de alimentos son más difíciles de digerir y pueden favorecer la disbiosis, los alimentos mal masticados alteran el equilibrio de la microbiota intestinal (Watanabe et al., 2020). Además, la digestión enzimática se ve aún más comprometida por la menor producción de saliva en los ancianos. -
Malnutrición y pérdida de peso
Una consecuencia común de la mala masticación es la malnutrición. Debido a sus dificultades para masticar, los ancianos suelen evitar alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras y proteínas, lo que puede resultar en deficiencias de vitaminas y minerales esenciales (Sheiham & Steele, 2001). -
Implicaciones psicosociales
Las dificultades para masticar también pueden afectar la salud mental y las interacciones sociales. Durante las comidas, muchos ancianos sienten vergüenza o frustración, lo que disminuye su calidad de vida y provoca aislamiento social.
Un enfoque multidisciplinario es necesario para abordar la reducción de la masticación en los ancianos:
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Soluciones dentales y protésicas
La eficiencia masticatoria puede mejorar notablemente mediante la restauración de la oclusión dental con prótesis bien ajustadas, implantes dentales o puentes. Hay evidencia de que las prótesis soportadas por implantes mejoran la satisfacción del paciente y el rendimiento masticatorio en comparación con las dentaduras tradicionales (Emami et al., 2013). -
Apoyo nutricional
El riesgo de malnutrición puede reducirse con ajustes en la dieta, como la incorporación de comidas densas en nutrientes que varíen de blandas a duras. Los suplementos y el asesoramiento nutricional, si se requieren, deben personalizarse para cada individuo. -
Rehabilitación física
Los ejercicios de resistencia para la mandíbula y la terapia física dirigida pueden ayudar a recuperar parte de la fuerza de los músculos maseteros. Se ha demostrado que el entrenamiento de los músculos masticatorios aumenta el tono muscular y la eficiencia masticatoria en adultos mayores (Okura et al., 2014). -
Cuidado preventivo
Las consecuencias acumuladas de la pérdida dental y la reabsorción ósea mandibular pueden evitarse con revisiones dentales periódicas y tratamientos tempranos de los problemas de salud oral.
Conclusión
Una masticación eficaz es esencial tanto para la salud general como para la digestiva, especialmente en los adultos mayores. Cuando los problemas de salud oral y sistémica se combinan con la atrofia del masetero, se presenta un problema serio que requiere una solución integral e interdisciplinaria. Los profesionales de la salud pueden mejorar la calidad de vida de los ancianos al abordar las causas subyacentes de la masticación deficiente e implementar terapias basadas en la evidencia. Esto garantizará que el proceso digestivo comience en la boca, como debe ser.