La conexión inadvertida entre la disfunción mandibular y la disautonomía neuro‑sensible
Disfunción mandibular y sistema nervioso: ¿cuál es la conexión?
El nervio trigémino (nervio craneal V) es el más grande de los nervios craneales y un importante canal sensorial hacia el tronco encefálico. Recibe información propioceptiva de la mandíbula, el rostro y los músculos masticatorios, y transmite esos datos al núcleo trigeminal, un centro estrechamente vinculado con estructuras autónomas en el tronco encefálico como el núcleo del tracto solitario (NTS) y la formación reticular.
Cuando la posición de la mandíbula se modifica (por trauma, apretamiento, mala postura oral o asimetría del desarrollo), la información trigeminal se distorsiona. El tronco encefálico, al recibir señales ruidosas o desequilibradas, puede entrar en estado de amenaza, elevando el tono simpático. Esto puede contribuir a síntomas como mareo, palpitaciones, respiración superficial, fatiga, migraña, visión borrosa, sobrecarga sensorial y bajo tono vagal.
Por qué abordo la mandíbula en la neuro‑rehabilitación y el cuidado de la disautonomía
Muchos pacientes con disautonomía no resuelta se benefician cuando se evalúan y corrigen la mecánica mandibular y la postura oral. Uso una integración de neurología clínica que combina realineamiento mandibular, integración del nervio facial, descarga del núcleo trigeminal y rehabilitación de la masticación. Este enfoque restaura señales propioceptivas limpias al tronco encefálico, calmando el “sistema de alarma” autónomo.
El papel del mewing, el entrenamiento mandibular y la mecánica de la masticación
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Mewing, que implica la postura correcta de la lengua, respiración nasal y alineación mandibular, activa las aferencias trigeminales, estimula los ganglios autónomos y mejora la simetría craneofacial.
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El entrenamiento mandibular incluye la masticación intencionada con chicle de alta resistencia para fortalecer los músculos masticadores y reentrenar la dinámica de las fuerzas oclusales. Esto abarcaría la masticación bilateral, enfoque en la mordida vertical, alineación cervical y refuerzo de ciclos completos de masticación—reentrenando las señales trigeminales y apoyando la regulación del tronco encefálico.
Ejemplo clínico
Una de mis pacientes post‑conmoción con síntomas similares a POTS sufría migranas diarias y visión borrosa. Tras corregir la torsión mandibular, reentrenar la mecánica masticatoria y reforzar la postura lingual, sus síntomas se resolvieron en tres semanas, sin medicación.
Reflexión final: la mandíbula como portal
La disfunción mandibular puede ser una causa oculta de disautonomía neuro‑sensible. Corrigiendo la postura oral, la mecánica masticatoria y los impulsos mandibulares al tronco encefálico, los pacientes pueden desbloquear una poderosa sanación y regulación dentro del sistema nervioso autónomo.
Acerca de la Dra. Anaiah Christensen
Soy la Dra. Anaiah Christensen, quiropráctica con especializaciones avanzadas en Kinesiología Aplicada, Neurociencia Clínica y liberación miofascial. Desde hace cuatro años estudio también osteopatía craneal, con un enfoque en biomecánica facial y mandibular.
Mi camino hacia este trabajo especializado comenzó con una crisis personal de salud: toxicidad por moho y Covid prolongado me dejaron neurológicamente desregulada y físicamente irreconocible. Mi estructura facial cambió, así como mi capacidad funcional. Mediante reentrenamiento mandibular dirigido, liberación intraoral y mewing, reconstruí mi arquitectura facial y mi resiliencia neurológica.
Ahora aplico estas herramientas clínicamente para ayudar a otros que enfrentan luchas similares: síndrome post‑COVID, disautonomía, POTS, dolor crónico y condiciones neurológicas no resueltas. Mi misión es restituir forma, función y belleza, desde el interior hacia fuera.